“ Uno habla de lo que quiere hacer como si fuera algo conocido, como si supiera lo que es, y en realidad es una incógnita donde las respuestas a las preguntas que van surgiendo en el trabajo son siempre relativas, abiertas…”

“Cartografia emocional”, Nahikari, 2012.

Las palabras introductorias de la exposición antes mencionada son idóneas para explicar que el principio estructurador de las pinturas de esta exposición  está en la realización de las mismas.

Así, sucesivas capas de acrílico dan consistencia a la superficie pictórica ocultando el gesto, y mostrando un aspecto algodonoso, trasparente e integrador. Este proceso de acumulación de capas de pintura o el uso de la espátula crea una segunda imagen que flota suspendida en la atmósfera del cuadro y, a la vez, se asienta sobre ésta como una figura sin forma definible.

En algunas ocasiones la imagen desaparece y, la propia pintura , sin ideario previo, ni método, se interroga a sí misma, en un territorio sin normas, donde las texturas y los desgarros son los testigos del proceso.

Otras claves del proceso son: el color, admitiendo toda la paleta, y, la luz, que queda atrapada suavemente, como suspendida por toda la superficie, creando una atmósfera que casi se puede respirar, tocar...El espacio, sin estar representado, se intuye, y nos sumerge en un “paisaje” en el que el ojo y el cuerpo  mientras contemplan el cuadro, redefinen, a cada desplazamiento que hacen,  la imagen que se retiene.

Aitor Sarasketa